9 y sus hermanos, según sus genealogías: 956. Todos estos eran jefes
de familia en sus respectivas casas paternas.
10 De los sacerdotes: Yedaías, Yehoyarib, Yakín,
11 Azarías, hijo de Jilquías, hijo de Mesullam, hijo de Sadoq, hijo de
Merayot, hijo de Ajitub, príncipe de la Casa de Dios.
12 Adaías, hijo de Yerojam, hijo de Pasjur, hijo de Malkías; Masay,
hijo de Adiel, hijo de Yajzerá, hijo de Mesullam, hijo de Mesillemit, hijo de
Immer;
13 y sus hermanos, jefes de sus casas paternas: 1.760 hombres aptos
para los ejercicios del culto de la Casa de Dios.
14 De los levitas: Semaías, hijo de Jassub, hijo de Azricam, hijo de
Jasabías, de los hijos de Merarí.
15 Baqbacar, Herés, Galal y Mattanías, hijo de Miká, hijo de Zikrí,
hijo de Asaf.
16 Abdías, hijo de Semaías, hijo de Galal, hijo de Yedutún; y
Berekías, hijo de Asá, hijo de Elcaná, que habitaban en los poblados de los
netofatíes.
17 Los porteros: Sallum, Aqcub, Talmón, Ajimán y sus hermanos.
Sallum era el jefe;
18 y están hasta el presente junto a la puerta del rey, al oriente. Estos
son los porteros del campamento de los hijos de Leví:
19 Sallum, hijo de Qoré, hijo de Ebyasaf, hijo de Coré, y sus
hermanos los coreítas, de la misma casa paterna, tenían el servicio del culto
como guardianes de los umbrales de la Tienda, pues sus padres habían
tenido a su cargo la guardia de acceso al campamento de Yahveh.
20 Antiguamente había sido su jefe Pinjás, hijo de Eleazar, con el que
estaba Yahveh.
21 Zacarías, hijo de Meselemías, era portero de la entrada de la Tienda
del Encuentro.
22 El total de los elegidos para porteros era de 212, y estaban inscritos
en sus poblados. David y Samuel el vidente les habían establecido en sus
cargos permanentemente.
23 Tanto ellos como sus hijos tenían a su cargo las puertas de la Casa
de Yahveh, la casa de la Tienda.
24 Había porteros a los cuatro vientos: al oriente, al occidente, al norte
y al mediodía.
25 Sus hermanos, que habitaban en sus poblados, tenían que venir
periódicamente a estar con ellos durante siete días,
26 porque los cuatro jefes de los porteros eran permanentes; algunos
levitas estaban al cuidado de las cámaras y de los tesoros de la
Casa de
Dios.
27 Pasaban la noche alrededor de la Casa de Dios, pues les incumbía
su vigilancia y habían de abrirla todas las mañanas.